El 1 de julio, los Calgary Flames sorprendieron a todos al anunciar la firma de un contrato de 3,5 millones de dólares por un año con Anthony Mantha. Este delantero ha demostrado ser un buen patinador, con un gran tiro y un buen tamaño, lo que lo convierte en un jugador con potencial para brillar en la NHL. A pesar de sus habilidades, Mantha ha luchado con problemas de consistencia a lo largo de su carrera y ahora se encuentra en su cuarto equipo en la liga.
«Estoy emocionado de unirme a los Flames y estoy comprometido a dar lo mejor de mí en esta nueva etapa de mi carrera», comentó Mantha tras firmar el contrato.
Una de las grandes incógnitas es cómo encajará Mantha en Calgary. Se especula que podría formar parte de la línea junto a Nazem Kadri y alguno de los jóvenes talentos del equipo como Connor Zary o Martin Pospisil. Esta combinación de experiencia y juventud podría ser la clave para que Mantha alcance su máximo potencial en la NHL.
Además, se espera que Mantha sea una pieza fundamental en el power play de los Flames, con la posibilidad de formar parte de la primera unidad junto a jugadores de la talla de Kadri, MacKenzie Weegar, Andrei Kuzmenko, Jonathan Huberdeau y Yegor Sharangovich.
El mejor escenario posible es que Mantha tenga una temporada estelar en Calgary, superando los 50 puntos y alcanzando incluso la marca de los 30 goles. Si logra aprovechar al máximo las oportunidades ofensivas que se le presentarán, podría convertirse en un activo importante para los Flames de cara a posibles intercambios en la fecha límite.
En un mundo ideal, Calgary consideraría renovar el contrato de Mantha si demuestra ser un complemento perfecto para Huberdeau y aporta valor al equipo. Sin embargo, las probabilidades de esto son bajas, ya que el enfoque del gerente general Craig Conroy es la incorporación de jugadores más jóvenes.
En definitiva, no hay un escenario catastrófico para los Flames en esta contratación. Incluso en el peor de los casos, donde Mantha no rinda como se espera, el impacto en el equipo sería mínimo. Con un espacio en el tope salarial considerable, Calgary tiene la flexibilidad de dejar ir a Mantha al final del año si no cumple con las expectativas. Este acuerdo de bajo riesgo y alta recompensa lo convierte en una de las mejores adquisiciones de Conroy hasta la fecha.