Smith desembarcó en Calgary tras una exitosa etapa en Arizona, destacándose por su capacidad para mover el puck y ayudar a sus defensores a evitar contraataques del equipo rival. A pesar de su solidez como titular durante dos temporadas con los Flames, Smith tuvo problemas al conceder aparentemente un mal gol por partido, finalizando su paso por Calgary con 48 victorias y 5 blanqueadas en 97 juegos.
Sutter, por su parte, solo jugó 18 partidos para los Flames y anotó 2 puntos, pero su carrera en la AHL de 17 años y 1090 partidos fue simplemente increíble. Tras retirarse de la filial de los Flames en la AHL, los Calgary Wranglers, Sutter se mantendrá ligado a la franquicia.
Con 12 partidos disputados en 3 temporadas para los Calgary Flames, es el jugador que más ha usado el número 43 en la franquicia, al igual que sumar 3 puntos en su trayectoria.
El extremo derecho Klapka ha tenido dos sólidas temporadas con los Calgary Wranglers, lo que le valió su primera oportunidad en la NHL la temporada pasada. En más de 6 encuentros con los Flames, Klapka anotó 1 gol, demostrando su potencial para llegar a ser un jugador regular en la NHL gracias a su tamaño y habilidades sobre el hielo.
Warrener, quien jugó 4 años y 231 partidos en Calgary, formó parte del equipo que llegó a la final de la Copa Stanley en 2004. Reconocido como un defensa defensivo, se destacaba por su tamaño y alcance para detener la ofensiva rival y despejar el puck de su zona. Con 11 goles y 37 puntos, Warrener dejó su huella en Calgary antes de retirarse y dedicarse a los medios de comunicación, siendo aún parte activa de la comunidad a través de su labor con Calgary Flame Alumni.
Por otro lado, el delantero defensivo Lundmark tuvo una breve pero intensa experiencia en Calgary, con partes de cuatro temporadas disputadas y a un paso de los 100 partidos jugados. Durante su paso con los Calgary Flames, Lundmark marcó 16 goles y 39 puntos, demostrando su valía en el equipo.
En resumen, todos estos jugadores dejaron su marca en Calgary, ya sea a través de sus logros en el hielo o su contribución a la comunidad y la franquicia. Cada uno con su propio camino, pero todos con un mismo objetivo: dejar una huella imborrable en la historia de los Calgary Flames.