¡Bienvenidos a otro emocionante capítulo en el que analizamos al mejor jugador de los St. Louis Blues que ha lucido cada número! En la entrega anterior revisamos los números del uno al diez, y ahora nos adentramos en los números del 11 al 20.
Adam Oates, con tan solo dos temporadas y media con los Blues, dejó una huella imborrable. Los Blues apostaron por él como el centro de primera línea, acompañado nada más y nada menos que por el legendario Brett Hull. El dúo, apodado «Hull and Oates» en honor a la famosa banda Hall and Oates, brilló en la temporada 1989-90 con Oates alcanzando los 100 puntos por primera vez en su carrera y superando esa marca a los 115 puntos la temporada siguiente. Sus 90 asistencias en la temporada 1990-91 aún siguen siendo un récord para el equipo.
Desafortunadamente, la carrera de Oates con los Blues tuvo un final prematuro y amargo. Insatisfecho con su salario, Oates amenazó con dejar el equipo, lo que finalmente sucedió cuando fue traspasado a los Boston Bruins. A pesar de la amargura del desenlace, quedaron grabadas en la memoria de los fanáticos las temporadas excepcionales que Oates brindó al equipo.
Por su parte, Bill Guerin solo vistió la camiseta de los Blues por una temporada, pero dejó su marca. Tras una temporada complicada el año anterior, Guerin se recuperó con 28 goles y una nominación al equipo All-Star, además de jugar su partido número 1000 con los Blues antes de ser traspasado a los San Jose Sharks en 2007.
El traspaso de Guerin resultó en la selección de primera ronda que permitió a los Blues elegir a David Perron, quien se convertiría en una leyenda del equipo. ¡Los fanáticos de los Blues reconocen la importancia de Guerin y le agradecen por el legado que dejó!
En cuanto a los números del 11 al 20, destaca el gol icónico de Wickenheiser en lo que se conoció como el «milagro del lunes por la noche». En un emocionante partido contra los Calgary Flames en la final de la Conferencia Campbell, los Blues remontaron un déficit de 5-2 para forzar la prórroga, donde Wickenheiser anotó el gol de la victoria desatando la euforia en el St. Louis Arena.
A pesar de la trágica muerte de Wickenheiser a los 37 años a causa de cáncer de pulmón en 1999, su número 14 sigue siendo recordado con respeto por los Blues. Una pancarta en homenaje a su legado fue colocada de forma permanente en lo que hoy es el Enterprise Center.
Los Blues han visto brillar a grandes jugadores que han vestido los números del 11 al 20, dejando una huella imborrable en la historia de la franquicia. La pasión y el compromiso de estos jugadores han sido fundamentales en la construcción de la grandeza de los St. Louis Blues. ¡Sigamos disfrutando del apasionante mundo del hockey!