Los Carolina Hurricanes experimentaron una de las temporadas más turbulentas de la NHL este año. La rotación de jugadores fue constante, y con la partida del gerente general anterior y la llegada de uno nuevo, la incertidumbre reinaba en la organización. La derrota en la segunda ronda de los playoffs fue un golpe duro para los aficionados, sobre todo al saber que muchos jugadores clave se marcharían al final de la temporada.
«Los chicos juegan bien y ganan grandes contratos que provocan movimiento», comentó un fanático decepcionado.
Sin embargo, toda reestructuración trae consigo un aspecto positivo. El nuevo gerente general, Tulsky, ve en esta situación una oportunidad para moldear el equipo a su imagen. A pesar de las salidas de algunos jugadores destacados, el núcleo del equipo permanece sólido con jugadores como Aho, Svechnikov y Slavin comprometidos a largo plazo.
Con la incorporación de jóvenes talentos y la llegada de jugadores con experiencia, como Gostisbehere, Carrier y Walker, Tulsky está trabajando en la construcción de un equipo competitivo para el futuro. Aunque las expectativas para la próxima temporada pueden ser más bajas, el enfoque está puesto en prepararse para un futuro brillante.
«Este es su equipo que se está preparando para lo que debería ser el futuro muy cercano. A veces, solo hace falta un poco de derribo para levantarse», expresó un analista deportivo.
Recordando la final de la Conferencia Este en 2019, donde a pesar del equipo menos favorecido lograron llegar lejos, se plantea que la presión puede ser menor en situaciones de expectativas más modestas, lo que a su vez podría conducir al éxito. El objetivo es construir un equipo capaz de competir por la Copa Stanley.
Con la visión de Tulsky en mente, se espera que los Hurricanes trabajen arduamente para alcanzar ese objetivo. El trabajo en equipo y la determinación serán clave para lograr el tan ansiado éxito en el hielo.