Cuando los Anaheim Ducks seleccionaron a Max Jones en el puesto 24 del Draft de Entrada de la NHL de 2016, muchos creyeron que tenía el potencial para convertirse en uno de los mejores delanteros de la liga. Su impresionante tamaño, su gran capacidad de anticipación, sus instintos ofensivos y su inquebrantable ética de trabajo lo convirtieron en un prospecto emocionante, aunque sus números goleadores en su etapa juvenil dejaron cierta incertidumbre sobre su potencial máximo. Sin embargo, siempre pareció destinado a ser un sólido delantero de la NHL. Si bien Jones no ha cumplido por completo las expectativas que conlleva ser seleccionado en la primera ronda, se ha establecido como un jugador confiable en la liga. Un nuevo comienzo con un rol claramente definido podría ser justo lo que necesita para sobresalir, y los Boston Bruins le están brindando esa oportunidad. Entonces, ¿qué deberían esperar los fanáticos de manera realista de Jones mientras se embarca en esta nueva etapa de su carrera?
Una situación en la que todos ganan
Los Bruins han dado un paso importante al fichar a Jones, con el objetivo de mejorar su reputación como un oponente más formidable. Conocido por su estilo de juego físico y su capacidad para aprovechar su tamaño, Jones encaja perfectamente en esta estrategia. Si también puede liberar sus habilidades goleadoras y convertirse en un jugador ofensivo más versátil en Boston, sería una ventaja fantástica. Con un récord personal de nueve goles y 19 puntos en 69 partidos en la temporada 2022-23, Jones ha demostrado que puede contribuir ofensivamente, incluso si esas estadísticas no son típicas de una selección de primera ronda. En Boston, no tendrá que alcanzar ningún hito extraordinario para ser reconocido como un activo valioso.
Es probable que John Beecher sea el compañero de línea principal de Jones en la próxima temporada. Beecher, otra selección de primera ronda, muestra un estilo de juego versátil, aunque muchos no lo reconocen como un goleador natural. Mientras los Bruins se concentran en crear una alineación físicamente más dominante, también están dando la bienvenida a un nuevo tipo de delantero de cuarta línea: atletas que poseen fuertes instintos y habilidades ofensivas, elevándolos más allá de ser meros suplentes hasta que regresen los nueve mejores jugadores. Los Bruins prosperan cuando su cuarta línea puede crear oportunidades de gol y desafiar a sus oponentes. Están construyendo estratégicamente una plantilla que aproveche esta capacidad, con el objetivo de convertirla en un sello distintivo de la identidad de su equipo.
Durante una videoconferencia de prensa el 1 de julio, Jones expresó que uno de los factores clave que lo motivaron a unirse a los Bruins fue la cultura del equipo.
Explorando el lado más duro de los Bruins
Para Jones, sumarse a un equipo competitivo como los Bruins marca un cambio significativo con respecto a sus experiencias previas en la NHL, especialmente si se consideran los recientes desafíos de los Ducks en sus 258 partidos. A sus 26 años, se suma a un equipo que tiene hambre de llegar lejos en los playoffs, donde tiene el potencial de ser fundamental para alcanzar esa ambición. Con una presión reducida, una posición bien definida y una plantilla diseñada para el éxito, Jones está listo para mejorar el rendimiento de los Bruins con su aporte; una asociación que tal vez no haya recibido la atención que merece.
Crédito de la fotografía principal: Bob DeChiara-USA TODAY Sports