La temporada baja de los Carolina Hurricanes ha sido toda una montaña rusa de emociones tanto para el equipo como para los fanáticos. Mientras algunos ven al equipo como una sorpresa en potencia, otros sienten que se ha derrumbado ante sus ojos. La verdad seguramente se encuentra en algún punto intermedio. Sin duda, será un reinicio para el equipo en comparación con años anteriores. Podría haber una regresión en el rendimiento, pero no necesariamente un colapso total.
William Carrier llega a Carolina con unas credenciales impresionantes. Como jugador de cuarta línea, tiene algunos de los mejores análisis entre los jugadores de la liga en los últimos seis años. Lideró a todos los jugadores de Las Vegas en porcentaje de goles esperados el año pasado, ya que mantuvo sólidos números tanto en ataque como en defensa. A pesar de tener más responsabilidades defensivas, demostró ser efectivo en ambos extremos de la pista, lo que lo convierte en un jugador perfecto para el sistema de juego de presión fuerte de Rod Brind’Amour.
Ya sea que permanezca en la cuarta línea o ascienda a la tercera, Carrier tiene el potencial de tener un gran impacto en el equipo. Su adquisición no es simplemente más de lo mismo, ya que ofrece una opción de profundidad para impulsar el juego y mantenerse firme en la zona defensiva. Su capacidad para afectar la efectividad de los goles esperados de una línea es impresionante, y su experiencia en la Copa Stanley lo convierte en un activo valioso para la franquicia.
Con un contrato de seis años y un valor promedio de 2 millones de dólares, Carrier es un activo efectivo y de costos controlados para los Hurricanes en un momento en que se espera que el tope salarial aumente. Su llegada a Carolina promete darle al equipo una nueva dimensión y mantenerlo competitivo entre los seis mejores equipos durante muchos años. Una apuesta segura para el futuro del equipo. ¡El hockey en Carolina sigue en ascenso! ¡No te lo pierdas!